Eyaculación precoz

¿Qué es la eyaculación precoz?

La eyaculación precoz es la expulsión del líquido seminal de manera repentina y temprana durante el coito, comúnmente antes de que se produzca la penetración o incluso una vez ocurrida esta, tras pocos segundos o escasos minutos. Este episodio de la vida sexual del hombre suele causarle fuertes sentimientos de frustración, depresión y angustia, debido a que cuando la eyaculación precoz afecta la vida sexual de una pareja, es el varón quien desarrolla el sentimiento de culpa por lo sucedido.

Este problema está directamente relacionado con el orgasmo masculino, el cual consta de dos etapas. La primera es la emisión, en la que los músculos de los órganos reproductores masculinos se contraen brevemente y conducen hasta la base del pene el líquido que se encuentra almacenado en las vesículas seminales. Cuando esto ocurre, el semen está a punto de ser expulsado por completo y se produce una sensación llamada inevitabilidad eyaculatoria, que no puede detenerse, sucedida por la eyaculación.

eyaculación precoz

Para saber si un hombre sufre de un episodio de eyaculación precoz, no necesariamente se debe tomar en cuenta el factor de eyaculación prematura durante el coito, sino más bien que esta ocurra antes de que él desee que suceda, aspecto resaltante para determinar que es incapaz de poder controlarlo. En los casos más graves, algunos hombres ni siquiera pueden soportar un mínimo contacto con el pene ya que de inmediato eyaculan.

Aproximadamente el 70 % de los hombres tienen la posibilidad de atravesar un episodio de eyaculación precoz en algún momento de sus vidas, ya que puede aparecer a cualquier edad, aunque la incidencia es más alta en los jóvenes y son muchos los factores que intervienen en ello, como el estrés, el agotamiento o la falta de concentración, así como otros aspectos de índole físico que contribuyen a la expulsión del semen antes de lo deseado. Sin embargo, esto no debe ser motivo de preocupaciones, porque suele superarse de forma natural con el paso del tiempo.

Sin embargo, la eyaculación precoz debe considerarse un problema real cuando se torna crónica. La estadística afirma que 1 de cada 3 tres varones lo sufren de manera habitual, lo cual hace que sea la disfunción sexual más común entre los hombres. En esta circunstancia se hace necesaria la búsqueda de ayuda profesional, ya sea psicológica o terapéutica, para evitar complicaciones en la estabilidad emocional del paciente o en la relación de pareja. En casos extremos, la eyaculación precoz puede producir problemas de infertilidad en parejas que se encuentran intentando tener hijos.

Para realizar un mejor diagnóstico de la eyaculación precoz, este trastorno se clasifica en primario y secundario. La eyaculación precoz primaria sucede cuando el hombre ha experimentado la disfunción desde temprana edad y no ha sido nunca capaz de poder mantener una relación sexual plena con ninguna mujer. Este problema suele asociarse a la práctica inadecuada de la masturbación, especialmente durante la adolescencia, cuando el joven procura alcanzar el orgasmo de la manera más rápida posible, actitud que puede deberse a la poca privacidad o al sentimiento de estar realizando algo indebido.

En cambio, la eyaculación precoz secundaria es aquella que afecta a los hombres que pudieron mantener el problema bajo control durante un tiempo, pero en determinado momento lo perdieron por diversos motivos de la vida diaria, como problemas emocionales, estrés, cansancio y agotamiento, ansiedad e inclusive encontrar una nueva pareja que provoque una sensación de sobreexcitación en él.

También es posible asignar un grado de afectación a la eyaculación precoz, que se determina según la gravedad de cada caso, de la siguiente manera:

  • Grado 1: Este grado está asociado a la ansiedad y un estilo de vida estresante, que usualmente afecta a hombres que anteriormente tenían un buen control sobre la eyaculación. Es el menos grave de todos los grados y el más fácil de manejar y corregir.
  • Grado 2: Este grado se hace notar cuando no es posible superar el grado 1 y el trastorno se vuelve crónico. En esta circunstancia, es recomendable acudir a ayuda profesional, específicamente con un terapeuta sexual.
  • Grado 3: Si el grado 2 se prolonga por demasiado tiempo, entonces se produce el grado 3. En esta instancia, los hombres están propensos a padecer de trastornos psicológicos debido a que la eyaculación puede ocurrir antes de la penetración a apenas sucedida esta, causando altos niveles de frustración.
  • Grado 4: El grado más grave de todos está caracterizado por la fuerte incidencia de la eyaculación precoz en todos los aspectos de la vida de quien la padece, haciéndose necesaria incluso la medicación para tratar el problema.

La eyaculación precoz suele causar una serie de problemas adicionales, tanto para el hombre como en la pareja. Las consecuencias más comunes son la pérdida de la autoestima en el hombre, ansiedad generalizada y bajo nivel de satisfacción sexual, tanto en el hombre como en su pareja.

Es muy común que los hombres con este problema tiendan a estar más pendientes de controlar la eyaculación que del propio acto sexual, por lo que no logran disfrutar del mismo. Además, la pareja tiende a manifestar síntomas de disfunción sexual como dificultad para llegar al orgasmo, consecuencia asociada a la eyaculación precoz del varón. Todo esto desencadena un gran impacto emocional que debe ser corregido a tiempo, para evitar otro tipo de desenlaces indeseados, que pueden llegar hasta la separación de la pareja.

Lo más importante en torno a la eyaculación precoz es la búsqueda de ayuda profesional cuando la situación comienza a afectar más de la cuenta. Muchos hombres esconden su situación por temor al ridículo, por eso es necesario entender que se trata de una condición muy común y que se puede superar sin muchas complicaciones.

Causas de la eyaculación precoz

En muchos de los casos de eyaculación precoz, no es fácil determinar cuáles han sido las causas. Sin embargo, se sabe qué factores tanto psicológicos como biológicos u orgánicos intervienen para desarrollar esta condición.

Causas psicológicas

Todos los comportamientos del ser humano se aprenden a medida que pasan los años, desde la infancia hasta inclusive ya avanzada la adultez, dependiendo de las diferentes experiencias vividas. La experiencia sexual no es la excepción, y generalmente en las experiencias tempranas se experimentan eyaculaciones rápidas que marcan un patrón que a veces se hace difícil modificar más delante, aunque en la mayoría de los casos el hombre aprende a controlar su latencia eyaculatoria a medida que aumenta su experiencia en relaciones sexuales y además logra desempeñarse en entornos de mayor comodidad con su pareja.

En otros casos, las principales causas por las que sucede la eyaculación precoz son la ansiedad, la inseguridad y el miedo de no proporcionar placer sexual a su pareja. Esta situación genera aún mayor ansiedad y frustración, que termina derivando en un círculo vicioso de inseguridad y culpabilidad. La mayoría de los hombres que transitan por esta situación en particular tienen una baja frecuencia en su actividad sexual, por lo que es usualmente sufrida por adolescentes y adultos jóvenes.

También son factores de riesgo la prevalencia de enfermedades psiquiátricas, como el trastorno bipolar o el estrés postraumático, que pueden afectar directamente el desempeño sexual.

Causas biológicas

Son muchísimas las causas biológicas u orgánicas que producen la eyaculación precoz, encabezadas por las asociadas al desarrollo de otras patologías en el organismo, que afectan de alguna manera el desempeño sexual del hombre.

Los problemas que afectan al sistema circulatorio, como los vasculares y cardíacos, representan una amenaza directa al funcionamiento de la erección masculina, lo cual evidentemente disminuye la eficiencia del acto sexual, causando no sólo eyaculación precoz, sino también disfunción eréctil. También puede ser un factor determinante el desarrollo de otras enfermedades como la diabetes o problemas hormonales.

Adicionalmente se debe tomar en cuenta otros factores degenerativos de la salud como lo son las infecciones de las vías urinarias o de la próstata, causantes de varias disfunciones sexuales. A esto se le suma el desarrollo de trastornos neurológicos como neuropatías, esclerosis medular y neurosífilis.

Otras causas

El agotamiento físico y el estrés también son causas de la eyaculación precoz. Las preocupaciones de la vida diaria que persisten en la mente del hombre durante el acto sexual provocan que este alcance el clímax más rápidamente. Esto también sucede cuando el acto sexual ocurre en una situación de estrés a causa del temor a ser descubiertos; el aceleramiento del coito se produce de manera forzada y el hombre eyacula con rapidez, lejos de causar alguna sensación de placer.

En algunas ocasiones, el reflejo eyaculatorio ocurre por la degeneración del sistema nervioso a causa del consumo desmedido de bebidas alcohólicas o sustancias psicotrópicas, así como efecto secundario de algunos tratamientos médicos.

Los problemas de pareja también representan una causa de eyaculación precoz, especialmente en aquellos casos en los que nunca antes había sucedido. En esta instancia se hace necesario realizar una evaluación a la situación de la relación, porque lo más seguro es que existan problemas interpersonales que afecten en gran medida el desarrollo sexual.

Prevención de la eyaculación precoz

Antes de su primera manifestación, no existe una manera de determinar que una persona sufra de eyaculación precoz, esto debido a la cantidad de factores que pueden causarla, motivo por el cual simplemente no se puede prevenir.

Ahora bien, cuando un hombre sufre de manera manifiesta de eyaculación precoz, es necesario que el paciente procure mantener la calma en todo momento durante sus relaciones sexuales, encontrando el equilibrio perfecto entre el control mental y el placer sexual.

En torno a esto, aunque no exista un método exacto para evitar la eyaculación precoz, existen algunos consejos que deben ser tomados en cuenta para poder gozar de una mejor salud sexual:

  • Procurar la confianza y la buena comunicación con la pareja.
  • Disfrutar de juegos sexuales previos al coito.
  • Durante el coito, realizar cambios de ritmo que permitan variar las sensaciones.
  • Evitar las presiones de cualquier índole durante las relaciones sexuales.
  • Evitar las frustraciones a causa de que la mujer no llegue al orgasmo. En cambio se pueden realizar actividades previas al coito que le permitan alcanzar el clímax.
  • Practicar la masturbación sin presiones ni excesos que aceleren la eyaculación.
  • Utilizar preservativos durante la práctica sexual para disminuir la sensibilidad, así como también podría funcionar la aplicación de cremas anestésicas unos 20 0 30 minutos antes del coito, como el gel de lidocaína.
  • La práctica de ejercicios con regularidad y una dieta equilibrada ayuda a reducir el riesgo de eyaculación precoz.
  • Evitar el consumo de bebidas alcohólicas y sustancias psicotrópicas.

Adicional a estas actitudes que deben hacerse un hábito, existen muchas técnicas reconocidas para prevenir e incluso curar la eyaculación precoz, como ejercicios mentales y de respiración, e inclusive varios remedios caseros:

Ejercicios Kegel

Actualmente esta técnica es una de las más populares. Fue desarrollada en la década de 1940 por el Dr. Arnold Kegel e inicialmente estaba destinada a controlar la incontinencia urinaria, hasta que se descubrió que podía ser utilizado en el ámbito sexual tanto de mujeres como de hombres, especialmente solucionando los problemas de eyaculación precoz de estos.

El objetivo de estos ejercicios es fortalecer los músculos pubococcígeo, o músculos pelvianos. Su función principal es controlar la micción (acción de orinar), aunque también tiene una participación especial en el control eyaculatorio.

Para realizar el ejercicio correcto lo primero que se debe hacer es saber ubicar los músculos pelvianos. Esto es posible hacerlo mientras se está orinando, deteniendo el flujo de orina unas dos o tres veces, lo cual permite reconocer esos músculos por medio de la sensación generada con el esfuerzo.

Cuando ya se tiene la certeza de saber cuáles son los músculos pelvianos, el ejercicio es sumamente fácil y consta de tan solo dos pasos:

  1. Apretar los músculos pelvianos durante cinco segundos.
  2. Relajar los músculos, durante unos 10 segundos.

Este ejercicio es tan sencillo que puede realizarse en cualquier momento, dónde sea que se encuentre. Una frecuencia de 30 repeticiones al día suele ser suficiente y se debe ser constante porque, como ocurre con cualquier otro músculo del cuerpo, el fortalecimiento no se materializa de la noche a la mañana, pero cuando se realiza con disciplina, pronto se logrará tener un mayor control de la eyaculación.

Otro factor de importancia para realizar los ejercicios de Kegel, es que además de ayudar a controlar la eyaculación precoz, también funciona para prevenir el cáncer de próstata, por lo que todos los hombres deberían realizarlo, aunque no padezcan ninguna disfunción sexual.

Técnicas de respiración

Una respiración constante ayuda a prevenir la eyaculación precoz, ya que el acto sexual comienza con una respiración suave y se va acelerando a medida que se acerca el orgasmo, por lo que controlar el ritmo respiratorio contribuye a la relajación del cuerpo y a la concentración.

La técnica de respiración profunda y controlada permite tomar control de la respiración para luego controlar con ello la eyaculación precoz. El primer paso es aprender la manera correcta de respirar, y eso sucede cuando se logra que el aire inspirado llegue hasta el fondo de los pulmones sin que se muevan ni los hombros ni el pecho, sino más bien que sea el abdomen el que se expanda.

El siguiente paso es lograr una inspiración lenta, llenando los pulmones de aire a lo máximo que se pueda, permitiendo relajar el cuerpo y alejar las tensiones. Al momento de exhalar el aire, también debe hacerse de manera lenta y sin ruido alguno; esto permite al cuerpo entrar en armonía y controlar cualquiera de sus funciones. La dominación de la respiración mediante esta técnica permite que la misma llegue a ser, en algún momento, un acto totalmente inconsciente, lo cual comprueba que el cuerpo se ha adaptado por completo a esta nueva manera de respirar.

La otra técnica que puede ser puesta en práctica es la respiración triangular. Este método se practica durante el acto sexual, realizando una inhalación muy profunda justo cuando se sienta que se está a punto de eyacular. El aire debe ser retenido en los pulmones durante aproximadamente cinco segundos, para luego soltarlo rápida pero suavemente, en unos tres segundos. Al acabar, se debe volver a tomar aire profundamente, y enfocarse en continuar con la penetración.

Esta técnica de respiración profunda durante el acto sexual también permite al hombre conectarse con su cuerpo y retomar el control, ayudando a retrasar la eyaculación.

Ejercicios de masturbación

Esta técnica es muy fácil de realizar, ya que consiste simplemente en practicar la masturbación de manera lenta y sin presiones, hasta que se está a punto de alcanzar el clímax, para en ese momento detener la estimulación, relajar el cuerpo durante algunos minutos, y luego comenzar nuevamente. Este proceso debe repetirse varias veces, sin eyacular, hasta que el hombre sienta que fue suficiente y desee acabar.

Este ejercicio tiene como finalidad lograr controlar la sensibilidad del pene, y la ventaja es que puede ser realizado por el hombre, por cuenta propia, o por su pareja durante el acto sexual.

Técnica del apretón o de apretar/soltar

Consiste en practicar el acto sexual como de costumbre, con estimulación normal al pene, hasta que se esté a punto de eyacular. En este instante, debe apretarse con el índice y el pulgar el extremo del pene, donde se une el glande con el tronco; la presión debe mantenerse hasta que las ganas de eyacular cesen. Cuando ha culminado la presión, lo recomendable es esperar unos 30 segundos antes de volver a la acción y repetir todo el proceso las veces que sea necesario, hasta que la pareja desee acabar con el acto sexual.

Aunque es una técnica que no es completamente efectiva, es la más utilizada cuando se acude a terapia sexual. La desventaja es que si el pene es demasiado sensible, el tacto al momento de la presión podría acelerar la eyaculación. Sin embargo, la práctica constante de este ejercicio podría en el futuro permitir manejar la sensación de cómo retrasar la eyaculación de manera natural.

Técnica de la presión sobre el perineo

El perineo es la zona que se encuentra entre el ano y los testículos, y es donde se encuentran los músculos pelvianos, que son los encargados de impulsar el semen al momento de la eyaculación.

Sabiendo esto, durante el acto sexual, cuando se acerque la eyaculación, se debe ejercer cierta presión sobre esta zona, lo cual permitirá retrasar la eyaculación. Mientras esto sucede, la pareja debe enfocarse en otras acciones, como besos y caricias, para que se pueda lograr una liberación de la tensión y prolongar el placer.

Dieta saludable

En muchas ocasiones los trastornos físicos y psicológicos que causan la eyaculación precoz pueden ser consecuencia de una mala nutrición, por lo que comenzar a tener una dieta saludable puede ayudar a combatir este problema.

Por una parte, una correcta alimentación basada en la ingesta de vitamina C y E, así como la coenzima Q10, contribuye a mejorar las funciones del sistema circulatorio. Esto ayuda a que el flujo de sangre hacia el pene sea mejor y el cerebro pueda emitir las señales a tiempo para controlar la eyaculación. Por otra parte, el calcio, magnesio y las vitaminas del complejo B contribuyen a calmar los nervios, lo cual permitirá al hombre controlar la ansiedad.

Otra buena opción es probar aquellos alimentos que favorezcan la excitación. Estos son llamados afrodisiacos y se caracterizan por estimular el estado de ánimo y potenciar el deseo, lo cual contribuye a aumentar la salud sexual. En este grupo podemos encontrar el chocolate y las ostras, así como ciertas frutas como las frambuesas y las fresas.

Remedios caseros

En concordancia con el punto anterior, existen una serie de remedios caseros de muy fácil preparación y consumo que permiten adquirir muchos de los nutrientes que necesita el organismo para funcionar de manera correcta y ayudan a controlar la eyaculación precoz.

Algunas de estos remedios son infusiones y plantas de las que seguramente hemos escuchado pero ni siquiera sospechábamos que funcionarían para solucionar este problema. El té de tilo y la manzanilla, por ejemplo, consumido antes del acto sexual, ayuda a relajar los músculos, aliviar la tensión y controlar la ansiedad, lo cual permite disfrutar calmada y plenamente de la intimidad con la pareja. El clavo de olor también contiene propiedades relajantes, con el agregado de que contribuye a controlar los nervios y mejorar la circulación, aunque se debe tener cuidado con su consumo en exceso debido a que tiene un efecto somnífero.

El ginseng y la pasiflora proporcionan vitalidad y aumentan la libido, al mismo tiempo que tienen un efecto tranquilizador. Gracias a sus propiedades afrodisiacas, está prácticamente garantizado que el acto sexual pueda extenderse un poco más de tiempo.

Por su parte, la planta de ginko biloba ayuda a aumentar el flujo de oxígeno al cerebro, colaborando directamente a una mejor respuesta de los órganos sexuales al aumentar la resistencia sexual. También la avena constituye una excelente fuente de fibra y proteínas que intervienen en la producción de serotonina, neurotransmisor responsable de regular el estado de ánimo, y nada mejor que estar de buen ánimo durante el acto sexual.

Tratamiento de la eyaculación precoz

Como ya hemos dicho, la eyaculación precoz es la disfunción sexual más común en los hombres, que si no es tratada a tiempo cuando se hace necesario, puede derivar en disfunción eréctil. Una señal inequívoca de que se debe buscar ayuda profesional, es cuando el problema se presenta de manera persistente durante al menos tres meses, pero por diferentes factores, principalmente culturales, 2 de cada 10 hombres no se atreven a consultar a nadie sobre su situación.

El primer paso que se debe considerar es la terapia psicológica, enfocada tanto en poder establecer las causas por las que no es posible controlar la eyaculación, así como manejar los efectos psicológicos usualmente generados por esta situación, como la frustración, depresión y ansiedad.

En el caso específico de la eyaculación precoz, la terapia psicológica es también llamada terapia cognitiva del comportamiento, en la que se aplica un tratamiento de enfoque cognitivo-conductual, que permita modificar la forma de pensar y la conducta adoptada ante la situación. Una terapia exitosa garantiza el control del reflejo eyaculatorio, consiguiendo que se retrase lo más posible y aumentar el placer sexual.

Junto a la terapia psicológica se puede emplear la terapia sexual, la cual no es más que la intervención por medio de un conjunto de técnicas que permitan recuperar el control sobre las conductas sexuales, ya que actúa directamente sobre los problemas que influyen en la sexualidad, como lo es la eyaculación precoz. Según las estadísticas, más del 90 % de los trastornos sexuales tratados con terapia sexual son superados con éxito.

Por último, en aquellos casos en los que el tratamiento psicológico no tenga resultado, puede considerarse la opción de la terapia médica, que no es más que la prescripción de medicamentos que permitan tratar la eyaculación precoz.

Los médicos suelen recetar ciertos antidepresivos que permiten retrasar la eyaculación, por ejemplo, aquellos que inhiben la recaptación de serotonina, muy eficaces para este tratamiento, aunque no estén formulados para dicho fin. Básicamente el tratamiento farmacológico se emplea aprovechando los efectos secundarios de los antidepresivos, por lo que es necesario evaluar los riesgos de consumirlos.

Uno de los aspectos más importantes a considerar en este sentido es que no necesariamente se deben tomar antidepresivos todos los días; tan solo unas pequeñas dosis varias horas antes del encuentro sexual serán suficientes para lograr los resultados esperados.

Como puede observarse, la eyaculación precoz es un problema totalmente tratable y que puede superarse si se acude a un profesional especializado, antes de que la condición pueda generar otros trastornos que no sólo interfieran con el bienestar sexual, sino además que podría terminar convirtiéndose en un problema mayor, afectando todos los ámbitos de la vida diaria.

 

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Autor: © PSIGUIDE